Estas tendencias representan distintas maneras de entender la decoración, para encuentres o elijas las que mejor se adaptan a ti o te aporten el equilibrio que necesitas.
Está caracterizada por hacer uso de la simplicidad en su máximo esplendor. Se descartan todos los elementos que no sean esenciales.
Lo anterior no significa que los espacios decorados con este estilo se vean simples y vacíos, sino limpios y espaciados, donde la combinación de texturas adquiere el protagonismo.
Puedes utilizar texturas como: arcilla, madera, cerámica, concreto y textiles.
Nació en los países escandinavos entre los años 1950 – 1960, dadas las duras condiciones climáticas a las que están expuestos en las latitudes de estos países.
Este tipo de decoración está muy influenciado por climas con bajas temperaturas, y por consecuencia, la necesidad de pasar tanto tiempo en el interior de las casas.
Sin embargo, ha sido muy atractivo para el resto del mundo por querer aprovechar al máximo la luz natural disponible, usando colores claros y ventanas amplias, y a su vez, crear espacios cómodos y confortables usando tejidos como lana, pieles y lino.
Nació en New York en el año 1950 y resalta el uso de espacios como edificios industriales, viejos almacenes y bodegas.
Está caracterizado por hacer uso de materiales industriales y de construcción que se dejan a simple vista y se vuelve parte del paisaje, tales como: vigas de metal y madera, paredes de ladrillo y concreto, y muebles vintage.
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